sábado, 17 de diciembre de 2011

El invierno lo ha matado todo, incluso al sol.


La vida debería ser como un calendario. Cada día se debería poder arrancar una página para iniciar otra en blanco. Pero la vida es como la capa geológica. Todo se acumula, todo influye. Todo contribuye. Y el aguacero de hoy puede suponer el terremoto de mañana.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Solo buscaba otro tipo de calor


Pensó en la pregunta y llegó a la conclusión de que si habían transcurrido años desde la última vez que oyera a alguien pronunciar aquelllas palabras seguramente la respuesta era que no. No estaba bien. Estaba cansada de abrazar almohadas, de confiar en las mantas para darse calor y de revivir momentos románticos sólo en sueños. Estaba cansada de esperar que cada día transcurriera más deprisa para pasar al siguiente. De esperar que fuese un día mejor, un día más fácil. Pero nunca lo era.Cada mañana la carga que pesaba sobre sus hombros era mayor y cada mañana deseaba que anocheciera cuanto antes para poder regresar a la cama y abrazarse a sus almohadas y envolverse en el calor de sus mantas.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Las noches se hacen cortas.


Por dentro me moría de ganas, me moría de ganas de decirle que se quedara conmigo, que me acompañara hasta que se hiciera de día, que me abrazara y no me soltase nunca, que me contara cosas, que me besara y que me dijera te quiero; pero le dije que me tenía que ir.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Los días pasan, igual que tu.


Esperanzas, os odio. Ilusiones, ojalá no existiérais. ¿Por qué que hacer tan complicado algo tan sencillo? ¿Por qué matar el amor cuando puedes hacerlo más y más grande? La rutina se basa en tu, yo, y mil personas más, mil personas, con mucha más importancia. Largas listas de personas que podrían no haber existido nunca, largas listas de nubes negras sobre nosotros. Y mientras mi habitación se apaga cada día más, hasta combertirse en una oscuridad abrumadora, que no te deja retroceder, que no te deja ni respirar.

domingo, 12 de junio de 2011

¿De verdad sigues creyéndote la falacia del "esta vez va en serio"?

  
Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad, es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre que en un momento dado saltará en pedazos como tantas otras veces, porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de antemano. Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fechas de caducidad como los yogures, así sabríamos de antemano cual es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que esta vez sí ese yogur pueda conservarse para siempre.

jueves, 2 de junio de 2011

Eras la unica excusa que me quedaba.

  Siempre dije que lo dejaría algún día, cuando yo quisiese, cuando consiguiese reunir la suficiente fuerza para enfrentarme de nuevo al mundo sola. Pero creo que con el tiempo sólo deseé olvidarlo, olvidar mi vida, y olvidarme a mí. Durante meses me refugié del exterior con excusas estúpidas, mentiras que ni yo misma me terminaba de tragar, pero que me hacían sentir bien porque me liberaban de los problemas. Perdí a toda persona cercana, las alejé, y por cada una que se iba una sobredosis ganaba. Herí a otros, otros que me querían, seguramente más de lo que me quise yo, y me herí a mí, a mí que soy la única persona de la que me puedo valer, la única que estará haga lo que haga, la única a la que no debo dañar. Me quedé sola. Ya no podía destruir a nadie más, porque no existía nadie a mi alrededor. Los espantaba, como un enfermo a la sociedad, como los perros a la gente sin alma. Así que salí a buscar lo poco que quedara de mí entre las alcantarillas y encontré mi mente,en el fondo de los cortes que surcaban mi piel, y encontré el sentir, en él, que lo guardó hasta el día en que volviese para que yo no pudiera romperlo.

viernes, 27 de mayo de 2011

Nosotros no creemos, no necesitamos creer.

La lluvia repiqueteaba en el alfeizar. Lo hacía de forma inconstante, a veces rápido y a veces muy lento, como un goteo. Alguna de esas lágrimas cayó lo suficientemente fuerte para despertarme del letargo en mitad de la madrugada. Miré el techo, iluminado por las luces discontinuas que dejaba entrever la persiana. Podía vislumbrar, sin moverme, el contorno del armario, el espejo, la estantería. La esquina superior de un ejemplar de Grandes Esperanzas, la novela de Charles Dickens que me regalaste la Navidad pasada.
No quería girarme. No lo necesitaba. Podía imaginar con todo detalle el recorrido que hacía el oxígeno desde que lo inspirabas hasta los pulmones y de vuelta, el dióxido de carbono subía por la traquea para escaparse de tus labios, en un vaivén silencioso y apacible. Pensaba en el brillo de las comisuras, en los párpados temblando bajo las direcciones de un sueño tranquilo, tus dedos largos apoyados sobre mi vientre. Era feliz de haber matado el ver para creer, de haber ido mucho más lejos: hasta la certeza.
Los únicos movimientos que se producía en la estancia era mi pestañeo inconsciente y el latido unísono de dos corazones enamorados.

jueves, 26 de mayo de 2011

Querido destino.

 
Tengo algo que contarte.
Hace días que no me dejas dormir, que mi corazón se para por momentos para después volver a un frenético palpitar que me tiene toda la noche en vela. Sé que tienes las respuestas a todas mis preguntas. Y también sé, que no me las desvelarás. Voy a hacer el mayor esfuerzo de mi vida, que la dialéctica no es mi fuerte pero sí lo es el muro que protegen mis sentimientos. Voy a romperlo para ti, voy a dejar que fluyan en este mensaje que después lanzaré al mar en una botella, para que alguien lo encuentre y sueñe como hago yo.
Tal vez sea demasiado romántica, tal vez caiga en el círculo vicioso de estar enamorada continuamente del amor, pero créeme esta vez es diferente. Esta vez no son sólo suspiros lo que se lleva el viento, es todo mi oxígeno el que él me roba al pasar con la devastadora potencia de un huracán.
El mundo se detiene, no el tiempo, sino el mundo. Las personas se vuelven espectros, los animales se quedan estáticos y en mi mirada sólo hay lugar para ti y lo que sea que estés haciendo. Te veo caminar, te veo hablando con la demás gente, sonriendo, existiendo y me invade el deseo de existir para él en la misma medida que él lo hace para mí.

domingo, 22 de mayo de 2011

El tiempo ha sucumbido a nuestro poder.

El mundo se nos está quedando pequeño. Tengo la extraña sensación de que no me bastan ciudades, campos, ríos y playas. Que hemos arrasado con todo más de dos y tres veces. Estamos barriendo el espacio, expandiéndonos, evolucionando. Podría decir que estamos dejando de ser humanos. Nuestro amor nos cambia y al contrario que la naturaleza, no nos marchita. Últimamente ha estado creciendo de forma desproporcionada. El año pasado ya no nos cabía en el pecho. A mí se me escapa por los poros de la piel cada vez que transpiro, cada vez que vivo. Pero a ti, corazón, te delatan esas oleadas que desprenden tus pupilas al mirarme. También en los latidos, te desbordas por mi tanto como yo lo hago. Pero hay que reconocerlo, se nos ha ido de las manos. Este año no sólo se nos escapa del cuerpo, está en el ambiente, en los kilómetros, en la capa de Ozono. Sabes bien que jamás he estado en las antípodas, pero estoy segura de que ahora mismo todo aquello está cubierto por nuestro amor.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Will you be there when the sun goes down?

No sé si nos queda mucho tiempo pero hoy debía decir que me he dado cuenta de que todo lo que haces es bello. Y que adoro tu forma de latir, tan rápida y desesperada como si temieras que el sol se acostara a dormir antes de que tú me hayas dado el último beso.

martes, 10 de mayo de 2011

Callarse es pecado capital.

 
Te prometo que seré capaz de malgastar todas las mañanas del mundo repasando con mis dedos tu vientre, que me haré adicta al insomnio para poder contemplarte cada noche respirar, que sólo quiero conocer el mundo a través de tus ojos, que sino no merece la pena. Te prometo que te esperaré cada noche en una azotea con una manta y un colchón, que emigraré a tus costillas si así puedo estar contigo cada día, que alquilaré el viento, ése que te queda tan bien, para que me sientas en otoño y desees volver a mi pecho. Te prometo que aunque maten de frío no habrá paredes suficientes que le hagan a mi espalda querer separarse de tus omoplatos, que mis manos medirán la mitad si no las completan tus dedos y que sólo habrá sonrisas al despertar si tus pies se enrollan entre mis piernas. Te prometo que engañaré a los putos kilómetros que se instalan a veces entre los dos y los volveré segundos que aniquilen cualquier tipo de distancia, que encontraré la forma de salir de la habitación sin hacer ruido y así pueda despertarte el olor del desayuno, que no sólo te llevaré tortitas los fines de semana, sino todos los días que tú quieras llenar mi cama.

domingo, 8 de mayo de 2011

Te odio, y de que manera..

 
 Me afecta. ¿Qué quieres que te diga?  Me afecta que seas de ésa manera. Tan especial. Me afecta que me guste tu mente, tu forma de pensar. Me afecta que hables y me sienta reconocida en tí. Me afecta tu forma de vivir. Porque aveces es la mía, quizás. Me afecta verte sonreír. Me afecta creer en tí. Me afecta entender que me afecte. Me jodes. Y de qué manera... Me jodes cuando me miras, cuando siento que del mundo me aislas. Me jodes cuando me escuchas, porque prestas atención, me gusta. Me jodes al besarme, porque creo morir en tus labios segundos más tarde. Me jodes al abrazarme, porque me siento protegida, sensación no vivida. Me jodes sin más. Por tenerte a mi lado será. Pero me gusta estar jodida. Lo llevo en la sangre, desde niña... Me gusta sentirme así. Tranquila, de que estés ahí. No busco nada más. Tenerte a mi lado quizás. De la manera en la que estamos también. Es importante, lo sé. Para mí, para tí, para los dos. Demasiados debates desde la razón. No dejes de existir para mí. Ya te dije yo a tí que no. Sigue jodiéndome, eso sí. Sabes que va con mi forma de vivir. De sentir. De sufrir. De gozar. De morir. Morir cada día un poco más. Morir de sensaciones quizás. De debates internos. De inseguridad.

sábado, 7 de mayo de 2011

She broke his own heart.


And i've always lived like this, keeping a comfortable, distance and up until now I had sworn to myself that i was content with loneliness. Cos none of it was ever worth the risk, but
You are, the only exception.

jueves, 5 de mayo de 2011

Despertar en ti cada mañana.

Si pudiera elegir, eligiría morir en una carcajada tuya. Eligiría ser la nave espacial que me llevara a tu cama, las pilas del contabilizador de tus latidos, el chocolate que se quede en la comisura de mis labios para que con tu lengua te lo llevaras. Elegiría ser tus guantes, para coserme con tus manos y no soltarlas jamás; eligiría ser tu lengua, para no salir de tu boca en ningún momento; eligiría ser tus legañas, para despertar en ti cada mañana, eligiría ser tu piel, para no irme nunca de ti. Si pudiera elegir, eligiría dormir cada noche en tu ombligo mientras a oscuras escuchamos cómo se inunda la ciudad, eligiría dibujar corazones por tu vientre con las yemas de mis dedos mientras tú duermes y yo te miro y siento cómo el amor va pellizcando mi alma. Y pudiendo elegir, elijo ser sólo contigo y regalarte piruletas cada noche, elijo ser tuya a través de palabras en miradas y de miradas en palabras, elijo no tener sed si tu saliva está cerca y hacer desaparecer mi hambre al nutrirme con tus caricias, elijo amarte todos los segundos que me resten.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Empieza por infi y acaba por nito.


Mess up my bed with me.
Kick off the covers I’m waiting.
Every word you say I think I should write down.
Don’t want to forget come daylight.

Eres la mejor metáfora del tiempo.


Desperté entre mariposas y telarañas. Había tenido una pesadilla bastante agradable, para las que solía padecer. El sol se colaba suave entre las sábanas blancas mientras los bostezos se me comían a bocados pequeñitos las entrañas. Era una mañana deliciosa. Con aroma a lluvia reseca y a flores lagrimosas.
Cerré los ojos e imaginé la suave brisa salada del océano llegaba desde la autovía para jugar entre las yemas de mis dedos y los mechones de mi pelo. Imaginé que una estrella entraba por la ventana y me guiñaba un ojo. Imaginé que nunca había llorado, que aquella mañana fresca y húmeda era mi rutina diaria. Por un momento, dejé de ser yo misma para sentirme John Lennon gritándole al mundo esperanza.
Después abrí los ojos de nuevo ¡y ahí estabas! Tu sonrisa inundaba la habitación y ya no necesitaba de los rayos de sol para despertarme por completo. Los cuentos ya no me servían, las pesadillas no me retuvieron. La realidad se aclamaba con un golpe de estado en mi corazón. Y yo, ante tanto remolino de verdades, me entregué.
La realidad de dejar que me ames, de amarte con todo mi ser.

martes, 3 de mayo de 2011

Que la dignidad, el coraje y el orgullo ya no están, que desaparecen cada vez que lo ves llegar.


Me conoces tanto y tan bien que podrías contestar tú a las preguntas más importantes de mi vida y sabrías las respuestas. Preguntas como, quién soy, qué quiero, dónde estaré dentro de diez años…
Y nunca te equivocarías. Como yo no me equivoco al decir que eres tú y que siempre serás tú. Al fin y al cabo, siempre lo has sido y que hayamos tardado más o menos en darnos cuenta, no significa nada. Porque lo importante, es que desde el principio ya habíamos ganado.

domingo, 1 de mayo de 2011

Amor tiene más resultados que miedo.



Miedo al futuro. A ser mayor. A crecer. A irte lejos. A no volver. A perder a tus amigos. A no volverlos a ver. Miedo no ver sus sonrisas, que un día eran la única razón por la que tú sonreías. A que llegue ese día en el que tengas que elegir que quieres ser, y tomar el camino correcto. Miedo a no encajar. A desaparecer sin más. A perderte y no encontrarte. Miedo a que me olvides. Que te canses o te aburras de siempre lo mismo. Miedo a caer. A no saber levantarme después. Miedo a no ser tu misma. A despertarte y ver que nada es igual. Que todo cambió en milésimas de segundos y no te diste cuenta. Miedo a los errores. Irrebersibles. A que te marches. A que me marche. Miedo al rechazo. A ver como pasan todos a tu alrededor, sin ni siquiera girarse. Ser invisible.