jueves, 5 de mayo de 2011

Despertar en ti cada mañana.

Si pudiera elegir, eligiría morir en una carcajada tuya. Eligiría ser la nave espacial que me llevara a tu cama, las pilas del contabilizador de tus latidos, el chocolate que se quede en la comisura de mis labios para que con tu lengua te lo llevaras. Elegiría ser tus guantes, para coserme con tus manos y no soltarlas jamás; eligiría ser tu lengua, para no salir de tu boca en ningún momento; eligiría ser tus legañas, para despertar en ti cada mañana, eligiría ser tu piel, para no irme nunca de ti. Si pudiera elegir, eligiría dormir cada noche en tu ombligo mientras a oscuras escuchamos cómo se inunda la ciudad, eligiría dibujar corazones por tu vientre con las yemas de mis dedos mientras tú duermes y yo te miro y siento cómo el amor va pellizcando mi alma. Y pudiendo elegir, elijo ser sólo contigo y regalarte piruletas cada noche, elijo ser tuya a través de palabras en miradas y de miradas en palabras, elijo no tener sed si tu saliva está cerca y hacer desaparecer mi hambre al nutrirme con tus caricias, elijo amarte todos los segundos que me resten.

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